La pinza birmana: resolvemos el gran misterio
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La pinza birmana: resolvemos el gran misterio

Que levante la mano quién no haya escuchado nunca mencionar la pinza birmana. ¿Alguien? ¿No? Y es que seguramente todos hemos oído en algún momento de nuestras vidas estas dos palabras. Pero, ¿sabes qué es?

En este artículo te contamos de qué se trata la pinza birmana y cómo prepararte para poder practicarla y llegar a un placer que sobrepasa todas tus expectativas.

 

¿De qué se trata la pinza birmana?

La pinza birmana consiste en realizar un amasamiento del pene con la vagina mediante contracciones, de forma que parezca una felación. Y, una vez el hombre está a punto de eyacular, la mujer pinza con las manos o los pies la base del pene para retardar el orgasmo lo máximo posible. 

Para eso, es necesario que la mujer sea capaz de controlar perfectamente los músculos de su vagina. Tenemos que confesar que no es una técnica fácil y requiere un cierto entrenamiento, pero con trabajo constante se puede lograr.

 

Cómo practicar la pinza birmana

La mejor forma es que la mujer esté encima del hombre durante la penetración. Ella debe conseguir introducir y sacar el pene solamente con los movimientos de los músculos vaginales: una vez esté dentro, se expulsa el miembro con los músculos. Cuando vaya a salir, se aprieta, como si se quisiera succionar. Aquí cada pareja crea su ritmo y velocidad.  

Es necesario observar atentamente cuando el hombre está a punto de llegar al orgasmo para pinzar la base de su pene (con las manos o pies) y retardar ese momento lo máximo posible. Cuando ya se llega al punto inevitable, se debe liberar la pinza hecha y dejar que el hombre vea las estrellas, los planetas y satélites a la vez.

Existen algunos casos en que la eyaculación puede ser retrógrada, hacia atrás.

 

Orígenes de la pinza birmana

La pinza birmana es una técnica milenaria procedente del continente asiático. Se dice que nació en India hace más de 3000 años y se fue expandiendo, haciéndose famosa en Tailandia y Japón. Era muy utilizada por las prostitutas de lujo de varios países del sudeste asiático donde acudían occidentales para probar esta destreza de la que tanto se hablaba.

 Orígenes de la pinza birmana

En muchos lugares de occidente se conoce como “Pompoir”, que en francés significa “chupadora”. Se le dio este nombre porque se dice que los movimientos y contracciones vaginales logran hacer un efecto similar a la succión, como si se practicara sexo oral.

Si sois del territorio catalán, seguramente os sonará la telenovela “El Cor de la Ciutat” y cómo puso de moda esta técnica tras hablar de ella en uno de los capítulos. Eso sí, dejo a toda la audiencia con una enorme incógnita.

 

Llegar a ser una máster en la pinza birmana

Cómo hemos mencionado anteriormente, nada es imposible y, con persistencia y trabajo, todo se consigue. Para lograr hacer la práctica de la pinza birmana se debe desarrollar la musculatura, conocer bien la posición y… practicar, practicar mucho.

No se aprende de la noche al día, sino que se pueden necesitar varias semanas para desarrollar todas las habilidades.

Desarrollar la musculatura

En primer lugar, es necesario fortalecer los músculos de la vagina y el músculo pubococcígeo. A parte de poder practicar la pinza birmana, trabajar la musculatura es muy importante para evitar pérdidas de orina y poder mantener una vida sexual placentera.

Algunas formas de trabajar el suelo pélvico y toda la musculatura son mediante los ejercicios de Kegel, el uso de vibradores y bolas chinas. Como bien contábamos en nuestro último artículo, las bolas chinas o Geisha Balls son un elemento de uso casi-obligatorio para cualquier mujer que quiera mantener una salud del suelo pélvico durante toda la vida.

 

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Práctica, práctica y práctica

Una vez se sienten más fortalecidos los músculos de la vagina, aconsejamos practicar la técnica de succión y expulsión. Una de as formas es sentada en el váter, después de haber orinado.

Relajas completamente los músculos vaginales sin apretar ni los glúteos ni abdominales. Una vez relajados, empezar a practicar la expulsión y después la succión hacia arriba lentamente, imaginando que hay un ascensor subiendo y bajando. Puede parecer algo raro, pero imaginarse ese trayecto ayuda mucho más de lo qué piensas. Pruébalo primero 5 veces y vas subiendo el ritmo a medida que pasen los días.

 

Posición para practicar la pinza birmana

Como hemos mencionado anteriormente, la mejor forma de colocarse es encima del hombre. Aquí una debe encontrar la posición en la que se sentirá más cómoda: de espaldas o de cara a él. Con las rodillas robladas, tipo sentadilla, etc.

Una vez estés cómoda, es momento de poner en práctica lo que te hemos contado.

Pinza birmana

 

En LA POMA D'EVA tenemos todos los juguetes y elementos que pueden servir para fortalecer el suelo pélvico y empezar tu propio entrenamiento para lograr la práctica de la pinza birmana hasta la perfección. ¿Te atreves?

 

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